También llamado techo de alto albedo o techo blanco, un techo frío tiene la capacidad de reflejar más del 65% de los rayos del sol, en comparación con los techos convencionales que repelen menos del 15%. Los techos fríos pueden repeler el calor porque la capa más externa contiene material reflectante especial. Los techos reflectivos ofrecen muchos beneficios a largo plazo para su proyecto, como el reducir la necesidad de aire acondicionado mecánico y ahorrar costes energéticos, reducir el efecto isla de calor urbano en ciudades, minimizando el impacto térmico en el microclima y en el medio ambiente local, minimiza la ganancia de calor dentro de los edificios, mejorando la comodidad de los ocupantes, mejora la durabilidad y la apariencia de los techos al reducir significativamente la temperatura del material y prolongar la vida útil del techo.

Membranas líquidas para techos reflectivos