Una pared y un techo perfectamente lisos y bien detallados son el toque final de cualquier espacio interior o fachada exterior. Es una dulce delicia para los ojos y la nariz: una pureza estética y olfativa que incluso puede ayudar a purificar el aire que respira o mantener el calor en invierno. Elegir la solución de sistema de pared adecuada garantiza un entorno no tóxico, ecológico y con temperatura controlada.